VIVIENDA SOCIAL EN LIMA

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El problema del déficit que aqueja sobre todo a los sectores empobrecidos de nuestra ciudad no es un problema nuevo. En la historia de la ciudad de Lima han existido iniciativas diversas para trabajar programas de vivienda social según las problemáticas y acontecimientos de la época.

Sobre el tema, el Arq. Adolfo Córdova afirma: "se llama vivienda social a aquella que es promovida por el estado y preferentemente para aquellas familias que les es difícil acceder a la vivienda por su situación económica. El estado apoya mediante proyectos especiales ciertos tipos de vivienda y a esto se le llama vivienda social".

A principios de siglo, la ciudad de Lima ya experimentaba una presión importante por falta de vivienda de calidad o de vivienda en general para los sectores obreros y trabajadores del auge industrial de la época. Para  contrarrestar las condiciones de escasez, hacinamiento e insalubridad de la época, durante el periodo entre 1910-1940 se trabajaron propuestas diversas. Por un lado se realizaron proyectos de quintas y casas obreras en los terrenos devaluados de las zonas centrales de Lima, a cargo de la Beneficencia Pública.

Por el lado del Estado, a cargo del Ministerio de Fomento, se manejaron proyectos de barrios obreros y fiscales de mayor escala, compuestos principalmente por módulos unifamiliares que se emplazaban en lo que entonces eran zonas alejadas del centro como  Rímac, La Victoria y el Callao.

En paralelo a estas acciones, las tendencias urbanas de ciudades industrializadas en Europa como Norteamérica, se decantaban por nuevos modelos de ciudades autosuficientes en las que abundaran los espacios verdes y existiera un abastecimiento de servicio, tanto urbanos como rurales para proveer educación, comercio, ocio y trabajo a sus habitantes, lejos de las malas e insalubres condiciones que ofrecían las ciudades industriales en crisis.

Uno de los modelos que más caló en los principios urbanistas de esa época fue la idea de la ciudad jardín, principalmente promovida por el  investigador inglés Ébenezer Howard, la cual se caracterizaba por la separación de usos en un barrio central  administrativo y comercial rodeado de un parque y alrededor del cual se ubicarían las viviendas.

Los nuevos barrios residenciales que surgieron en Europa y Estados Unidos tuvieron como base esta propuesta. Se daba una prioridad a la vida barrial donde el peatón fuese privilegiado para  poder tener todo al alcance menos el lugar de trabajo, para el cual tendría que salir desplazándose largas distancias.

A principios de los años 40  se conjugaron una serie de ideas y factores que definieron una postura consciente y predeterminada para trabajar la problemática de la vivienda de interés social. El terremoto de 1940 y el censo de ese mismo año evidencian una crisis importante en la disponibilidad de vivienda al alcance del poblador común mientras que la idea moderna de ciudad que divulgaba a fines de los 40 la revista "El Arquitecto Peruano" da pie a nuevas ideas de proyectos habitacionales para vivienda social.

Es así como se da inicio a los primeros proyectos de unidades vecinales a través de la corporación nacional de vivienda, los cuales buscaban destugurizar el centro, rehabilitando nuevas porciones de ciudad que en aquel entonces se encontraban zonas periféricas para generar los nuevos ejes de expansión.

Por primera vez se ven aparecer proyectos de edificios de vivienda compuestos por bloques densos que contrastan con un amplia área verde, con vías vehiculares y peatonales diferenciadas con autonomía de servicios e infraestructura.

El proyecto más importante que marca un antes y después en la historia es la Unidad Vecinal Número 3, que se encuentra sobre la avenida Colonial, la cual fue  pensada con un carácter político y revolucionario, como una escuela para formar ciudadanos.

El espacio cívico y colectivo se planificó en torno al equipamiento educativo dejando una trama urbana para la ubicación de viviendas que fue tan transgresora que debía modificarse el reglamento de urbanizaciones de aquella época.

Le siguieron diversos  proyectos como el Agrupamiento Alexander, emplazado muy cerca al primer proyecto mencionado, Angamos en Jesús María, Matute en La Victoria, Mirones en el  Rímac y Barboncito.

En los años 60, durante el primer mandato del Arquitecto Fernando Belaúnde Terry se empiezan a consolidar las áreas de expansión de los proyectos anteriormente mencionados. Esto se hace con el fin de impulsar una serie de conjuntos habitacionales que se dirigieron a los sectores de menores recursos sino a la clase media.

Se inició con el Conjunto Habitacional  Palomino, ubicado en la Avenida Venezuela, para continuar con proyectos tan emblemáticos como el Conjunto Residencial San Felipe, en Jesús María. A fines de los 60’s y hasta inicios de los 80´s se vuelve nuevamente la mirada sobre la necesidad de vivienda para  aquellos que tienen menos recursos pero enfocándose menos en el bloque denso y más en la vivienda unifamiliar, manteniendo siempre la idea de que cada conjunto debe tener su propio equipamiento y servicios como colegios, parques o comercio. Bajo esta premisa se desarrollaron conjuntos como Próceres y Precursores, al igual que el proyecto de vivienda Previ, el cual partió de un Concurso Internacional de diseño que fue reconocido a nivel mundial por la innovación de sus propuestas.

A partir de los 80, organismos del estado como Fonavi y Onace suman proyectos que se caracterizaron por sus grandes dimensiones y alturas como lo fueron las torres de Limatambo y las torres de San Borja. Sin embargo, ya desde principios de los 60, se venía promoviendo la ley 13517, para la remodelación , saneamiento y legalización de barrios marginales. Esta ley permitió que se consolidaran que se iniciaron como invasiones por falta de acceso a vivienda para luego convertirse en pueblos jóvenes que hoy son los distritos como Villa El Salvador, El Agustino, San Juan de Miraflores, por mencionar algunos.

El gobierno de Belaúnde impone una diferencia aquí entre el conjunto residencial  para la clase media y el lote más servicios para los pobres. Es por eso que en los sectores que se inician como los más empobrecidos, la situación en los proyectos de vivienda varía considerablemente  adaptándose más a una situación de vivienda progresiva que puede ir desde la informalidad hasta la construcción de tres o cuatro niveles y que es la realidad que encontramos mayormente en nuestra ciudad.

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El arquitecto Manuel Ruiz  indica:

Siempre se ha considerado a la UV3 como el primer proyecto importante en materia colectiva. Pero hay antecedentes interesantes inmediatos en el siglo xx, a inicios, que podíamos resumir con las casas de obreros de José Marquina, de la Beneficencia Pública de Lima, los barrios obreros que hace el estado y el ministerio de fomento, que los hace el arquitecto Alfredo Dammert y los barrios fiscales que están en el Callao, edificios poco conocidos y también aportan entre los años 20, 30 esta cuota de dotar a la vivienda social de un hábitat digno. Las casas de obreros se construyen entre los años 1928 y 1942. Los barrios obreros del Estado se hacen entre 1936 a 1940 y los barrios fiscales en la década de los 30. Todo esto sucede porque hay un interés en el tema social  en el sentido de reivindicar los temas de salud, vivienda y  educación.

En los años 20 es importante destacar que hay impresiones sobre todo  de las beneficencias del callao,  de lima, los municipios también invierten en vivienda social y se ven ahí los primeros programas sociales de vivienda. Hay varios ejemplos reconocidos pero valiosos porque tienen las nuevas tipologías de vivienda unifamiliar y multifamiliar que aparecen en Lima, pues es donde se concentran las inversiones. La beneficencia era una entidad poderosa en su momento, manejaba fondos de donaciones de herencias, pero también con las rentas de departamentos podían financiar otras cosas como hospitales. En ese aspecto, su programa de casas de obreros. Las casas de obreros 5, 6 y 7 son un conjunto de 1935, la Beneficencia mejora sus propiedades en lugares de poco valor y se  compromete a mejorar zonas definidas de la ciudad como Rímac, Monserrate, Barrios Altos mientras que los barrios obreros del estado optan por grandes terrenos en las afueras como la avenida Caquetá que en esa época era alta expansión de Lima  o también era La Victoria. El barrio de obreros está en La Victoria, que en esa época era una urbanización en expansión y una manzana o dos son separadas para hacer este programa. La vivienda social tanto de la beneficencia como del estado puede servir a la gente de menos recursos.

Sus referentes eran las quintas o callejones que tenían  dos o tres habitaciones y un espacio libre para cocina. Entonces, ese modelo de unidad de vivienda se hace en la beneficencia, a nivel de barrio obrero no tanto, sino comienza haciéndose casas chalets y después se va ajustando a la propuesta  a departamentos más reducidos. En la beneficencia hacen en su mayoría este tipo de quintas, donde hay un pasaje común  el barrio obrero a su vez, ofrece Viviendas unifamiiares, viviendas bifamiliares en blocks, que es una suerte de casas en hilera y ofrece estos conocidos edificios que abarcan una manzana ya de departamentos pequeños con dos o tres habitaciones.

El caso del barrio 1, podríamos hablar de casas chalets que están en torno a una manzana que tiene al centro un campo deportivo. El Barrio opta por una cancha de futbol y por una piscina, comienza a variar el tema recreacional. En los barrios 3, 4 y 5 hace viviendas chalets, pero también hace bifamiliares, casas con blocks y los edificios multifamiliares con talla aérea de dos pisos.

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Entrevista al arquitecto  Adolfo Córdova

Es un destacado investigador, conocido también por escribir el primer informe sobre la vivienda en el Perú que marcó un antes y un después en la historia de la vivienda social en este país.

¿Cómo cree que han ido evolucionando los programas de vivienda social del siglo XX?

Estos proyectos son aun inorgánicos. La verdadera preocupación organizada del estado comienza en 1945, en el gobierno de Bustamante y Rivero. Ahí influyen dos cosas, primero la presencia de Belaúnde con su revista "el arquitecto peruano" que comienza a divulgar la idea de las unidades vecinales dela arquitectura contemporánea   de este tipo de barrios inspirados en doctrinas inglesas o americanas. El año 1945 es el final de la guerra, desde antes ya se venía hablando de la reconstrucción. 

El problema de la vivienda fue muy comentado, elaborado por buenos arquitectos y políticos. Y en " El arquitecto peruano" se publicaron no solo de Belaúnde sino de varias personas preocupadas por la vivienda, por favorecer la mejora de los barrios del centro sobre todo. Recuerdo mucho las fotografías en esa revista de los callejones y ahí Belaúnde promueve entre los alumnos el concurso de vivienda. En esa época había una ley que era ponernos en todas las actividades de fomento de la cultura. Él propuso este concurso para que en una manzana de callejones se reemplace por nuevas construcciones en 1945. 

El curso de problema nacional de vivienda fue creado con la colaboración de los profesores antiguos Héctor Velarde y Rafael Marquina, que habían llevado el curriculum tradicional  en bellas artes de parís por Inercia pero cuando vieron esta reacción de los alumnos, sintieron la necesidad de colaborar. En las vacaciones de 1945 a 1946 hubo un Movimiento estudiantil en toda la escuela de ingenieros, todos los estudiantes logramos que haya una junta de reforma antes que lo hiciera el gobierno. Se creó un nuevo curriculum, se invitó a profesores como Luis miro quesada, que había escrito un libro "El espacio y el tiempo". Es la primera vez que se dicta un curso de problema nacional de la vivienda.  En ese año 1946 se crea también la corporación de la Vivienda, la oficina nacional de planeamiento y se comienza a hacer la Unidad Vecinal número 3, que fue un hito latinoamericano.

Cuando usted publica el informe sobre la vivienda en el Perú, ¿cuáles son las  grandes conclusiones y las repercusiones que tiene ese Informe?

En ese momento, el presidente era Prado y el Primer Ministro era Beltrán, que había desatado una campaña por la casa propia con una bandera muy clara: la vivienda es el problema número uno, ese era su eslogan. Se formó la comisión para la vivienda agraria y la vivienda, la CRAF que presidía el propio Beltrán. Encargó dos estudios, uno a mí, de las necesidades de vivienda y el otro a José Matos, el estudio de las barriadas. Pero una de las conclusiones, además una premisa que tenemos nosotros es que el problema de la vivienda no es el número uno  sino la pobreza. Esa es la primera conclusión y la segunda conclusión es que el problema de la vivienda iba a durar mucho tiempo. Otro aspecto importante fue la ley de barriadas, con gran visión  se dieron cuenta pues que la propia gente podía resolver el problema de la vivienda mediante las invasiones, antes repudiadas y ahora se reivindican. En el gobierno militar ya no se llama barriada sino pueblo jóven, un nombre optimista.

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Entrevista al arquitecto Shariff s. Kahatt

A partir de los años 40 y 50 se empieza a trabajar una nueva idea de vivienda colectiva a través de las unidades vecinales. Para hablarnos de lo que ocurrió en los últimos cuarenta año tenemos al arquitecto Shariff Kahatt que realizó su tesis acerca de las estrategias proyectuales en las unidades vecinales de lima 1945-1975.

¿Por qué se dan estos proyectos y como es que se dan? ¿Qué ideales políticos hay detrás de estos proyectos de unidades vecinales?

El ideal de crear una unidad vecinal nace en la década del cuarenta, cuando después del terremoto del 40 hay una gran demanda en el Perú con 50.000 personas afectadas y el que actualmente hace el arquitecto Belaúnde con alrededor de 30 años, se lanza con una iniciativa política. Que sale de la plataforma de ofrecer vivienda social. Se pone a trabajar con unos arquitectos unidos por el instituto de urbanismo del Perú y lanzan la idea de la unidad vecinal como proyecto político. Yo pienso que es un proyecto político, social que se materializa que se materializa a través del urbanismo y de la arquitectura concretamente.

Belaúnde como jefe de este proyecto que tenía a Dorich, Montagne,  Dammert , Carlos Morales Macchiavello y otros arquitectos importantes, lanzan un plan de siete unidades vecinales que afectaba la periferia de lima, la metropolizaciòn de Lima, que era el gran cambio a escala de una ciudad pequeña junta en el centro a una gran lima que tiene el puerto del callao como una parte más de su expansión, como también al aeropuerto de Limatambo y así se comienza a entender al Rímac como parte de su vida diaria y a La Victoria y así se van delineando las zonas de crecimiento de expansión de Lima a través de estos planes de unidades vecinales que gracias a las gestiones políticas de Belaúnde, que era muy ágil, coordina que vayan desarrolladas junto a un plan piloto de lima de desarrollo urbano.

Yo creo que es un tema bien característico todas estas unidades vecinales en lo arquitectónico, que son estos grandes bloques densos pero con un espacio público en unas áreas verdes grandes e importantes, que eso incluso se hace hasta los 60 con San Felipe.

Digamos que esa es una lógica, una estrategia que va cambiando en la tipología de la  vivienda en los espacios colectivos. Pero siempre hay este Doble ideal, por un lado que el estado asuma el rol de construir la ciudad para los ciudadanos y por otro que los arquitectos sean los agentes transformadores de llevar este ideal político a la ciudad y a la sociedad. Y ahí es donde la uv3 aparece  como este paraíso obrero que tiene 30 hectáreas de área verde, tenía que ser una ciudad en si misma y haciendo que la gente camine solamente unos metros a través de un pequeño parque lineal para guardar las distancias con la antigua vía colonial que llevaba del Centro al puerto y este en 10 minutos en su lugar de trabajo en el Centro Histórico o en el puerto del Callao.

Digamos que la teoría de la unidad vecinal parte de ciertas claves, como que el tráfico nunca cruce la unidad vecinal para mantener a la familia y a los niños para que los niños puedan ir al colegio sin el riesgo del automóvil y que en una estructura familiar casi colonial solamente trabajara el padre de familia y él salía con el transporte público otorgado por el Estado y llegaba a trabajar rápidamente a estos centros de la ciudad. Y dentro de esta unidad vecinal normalmente se daban todos los servicios básicos como escuelas, comisarías, mercados, postas de salud, correos, etc. Con el cambio de gobierno de Odría a Prado, que es en el año 56.

Se inicia una nueva línea de trabajo que era probablemente más realista y más pragmática en el sentido de darle solución a la vivienda a grandes cantidades de población con pocos recursos.

Primero son los mejoramientos de los barrios o de las invasiones ya Consolidadas, darles el saneamiento básico y luego se comienzan unos Proyectos piloto que son proyectos de lotes y servicios. Entonces hay una Especie de nueva manera de entender el trabajo de los arquitectos y de los Urbanistas, que es darle el poder y la responsabilidad, quitársela al Estado, o el Estado hace un paso al costado y por una cuestión de pocos recursos y entrega a las familias la decisión de construir cuando ellos puedan y como ellos puedan.

En PREVI lo que hay es una convergencia de la arquitectura de Autoconstrucción y  lo que se conoce como los barrios marginales o lo que se conoce como arquitectura informal con el gran planeamiento urbano con la idea de proyecto urbano de desarrollar proyectos públicos, diseñar los espacios colectivos donde la gente pueda reunirse a  una escala doméstica y hacer sentir a los ciudadanos que es un espacio ciudadano barrial  donde les pertenece.

La Unidad Vecinal de Matute es la más afectada por la segregación y la autoexclusión. Creo que la cantidad de rejas que se dan tanto en el exterior  como en el interior es la cosificación de la violencia que se da en su relación con los barrios y en su relación interna y sería injusto decir que la arquitectura ha sido culpable porque proyectos idénticos como Mirones o Rímac no tienen esa violencia y esos problemas. No va a ser la solución y de hecho no lo es encerrarse para poder buscar la tranquilidad cuando probablemente en ese encierro se genera algunos problemas.

¿Por qué  si se dan en los años ochenta, que es cuando ya el tema de la expansión urbana de Lima, el problema de la vivienda, las invasiones ya es tan candente? Igualmente de dan estos proyectos que son los últimos que empieza Belaúnde como Limatambo, San Borja, julio c. Tello ¿Qué características tienen y por qué se dan ya cuando la realidad es otra?

Belaúnde insiste en el monumento político y urbano que deje la ciudad construida y  consolidada como a él le parecía. Entonces por un lado hay un ideal al cual él no renuncia pero que probablemente se vio un poco desfasado. Están muy bien en el año 45 y el muy discutible en el año 85. Sin embargo, él apela a una realidad que es que la ciudad tiene que construirse y hay un nuevo grupo de gente que era la clase media que eran sus votantes de siempre a los cuales también dirige San Felipe, que tenían que ser abastecidos con vivienda urbana y se dirige a ellos.

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A principios de los años 60, con la ley 13517, que promovía la legalización, Saneamiento de los barrios marginales, la realidad de lo que era la vivienda social empezó a cambiar. En lugar de ser el estado el que desarrollaba esto grandes proyectos de unidades vecinales, fue un poco el darle el papel al poblador y a las familias un lote para que ellos mismos empiecen su vivienda  desde cero.

Entrevista al Arq. Juan Tokeshi

¿Por qué es importante la vivienda progresiva y cómo se ha venido gestando en las últimas décadas?

La alternativa que vemos en los barrios como villa el Salvador, Muchos sectores de la zona norte oeste de lima es que la casa crezca con la familia. Entonces, la iniciativa de los hijos va a ser ocupar los segundos o terceros pisos de la vivienda en modelo que puedan resultar de interés. Aquellos que por ejemplo puedan contar con una pared exterior .es un proceso muy innovador. El riesgo es que estas viviendas que inicialmente tenían un primer piso y pasan a tener  dos o tres pisos es que no cuenten con asistencia técnica.

Cómo resolver el tema de la iluminación, por ejemplo. Cómo resolver la idea de la calidad de la vivienda. Tampoco es como  generalizar, uno puede encontrar buenos ejemplos. Lo que se tiene que apostar es que a la necesidad de esa demanda tiene que ser la respuesta de una política pura. Entonces, lo que está detrás de la vivienda progresiva es la alternativa que la gente ha encontrado como solución práctica para resolver sus problemas más inmediatos. entonces, hemos pasado una buena experiencia en el caso de la ciudad que se autoconstruye y estamos como en el punto clave, como señalamos en nuestros trabajos de investigación sobre en qué situación están las viviendas de los barrios populares. ese 70 % que se hacía mención. seguramente más del 50% de esas viviendas están para avanzar un segundo piso. Entonces brindarle la asistencia técnica a esta vivienda progresiva es un tema crucial porque está a la escala de esa propia demanda.

Nosotros hicimos un trabajo de reconocimiento, de levantar esa información y la cifra que logramos armar fue que diez barrios populares. Había como 40.000 oportunidades. imaginemos un proyecto público de vivienda progresiva  con 40.000 oportunidades, mayor inversión para las ferreterías, mayor inversión para los pequeños constructores, mejores posibilidades para la propia familia. ese es el modelo que debe estar detrás de la vivienda progresiva, quizás no uno a uno sino tratando que se construya un modelo distinto que mejore esta calidad del espacio público, del espacio urbano.

Esos proyectos  que se hacen desde iniciativas del mercado inmobiliario, con apoyo del Estado debe mantener también la misma premisa de poder innovar esas posibilidades de la familia, hemos señalado que las viviendas se deben hacer por etapas  pero que también en el tiempo puedan cambiar en términos de  actividades, un uso productivo de la vivienda, que relativamente es frecuente va a tener la posibilidad y el potencial que esta unidad crezca en altura. creo que una buena estrategia es planear loas barrios con un carácter multifamiliar, teniendo como base la idea de la célula de la familia, de repente sobre un lote  y vamos a pensar en parque del grupo residencial, que uno aprecia que hay vida, es una ciudad, niños, jóvenes haciendo uso de un espacio público porque esa es la bondad que debe tener la ciudad de un espacio público, el carácter de reunión de la gente, el carácter de que las personas puedan tener un espacio donde reunirse. mas cuando en las viviendas la escala que se hace es más pequeña y tenemos más espacio donde poder dialogar y donde poder encontrarse y un ejemplo muy válido es el parque de vista residencial.

Cuando se forma el FONAVI y el ENACE, ¿cuáles son las principales características del cambio en esa manera de hacer proyectos de unidades vecinales o de  conjuntos?

Hay varias aristas. una es de carácter administrativa del estado que es que planifica los barrios y que les da un carácter de desarrollo de la ciudad. Todo lo que has citado tiene una empatía con la ciudad. hay cada vez un descreimiento en términos de inversión del estado  y lo que el Estado propicia como alternativa son ejemplos como  los que se pueden señalar en la urbanización Pachacamac. en el caso de Villa El Salvador, lo que el Estado otorgó fue tierra aledaño aquí a lo que conocemos como grupo residencial de Villa El Salvador tenemos aquí a la urbanización Pachacamac donde el Estado otorgó pequeños núcleos en lotes más pequeños que no tenían la posibilidad de desarrollo en la propia Villa El Salvador y nuevamente hacer  núcleos  donde no se consideraba la variable de la característica de la familia. entonces la gente no le prestaba mucha atención a esto núcleos.

No tenía la posibilidad en algunos casos de que estos núcleos pudieran crecer. Entonces lo que se otorga es una pequeña unidad del ambiente como una cocina y los servicios higiénicos. esos fueron los núcleos que se crearon.

La situación actual de los pueblos proyectos es no solamente concebir tipologías de proyectos distintos sino propiciar que el estado y las municipalidades se reformulen la idea de la práctica en la ciudad, lo que se conoce como una ley urbana, porque la ciudad futura tiene que construirse sobre la ciudad existente. no seguir expandiéndose, con modelos si es edificios más altos llegar a suelo para que haya más espacios públicos, que son las bondades de todos los ejemplos citados donde uno conversa con la población y están satisfechos.


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Hay un tema de una ley urbana y diferentes tipologías. ¿Hacia dónde crees que deberíamos enfocarnos?

Mi iniciativa es que esta ley urbana propicie actividades donde los distintos actores que intervienen en la ciudad puedan participar. lo que alguna vez señalamos es que esto es como un paquete tecnológico distinto al del mercado tradicional. ese es otro mercado donde lo que hay que propiciar son escalas a las que las familias puedan acceder, equipos de asistencia

técnica, ingenieros, arquitectos, maestros de obras.

El otro brazo de este sistema tecnológico es el sistema de un crédito a la escala de la propia familia. bien señalábamos de no hacerlo hipotecario sino más bien en otras fórmulas que es posible.

El tercer brazo sería resolver el tema legal y que por ejemplo pueda propiciarse, acumular lotes, por ejemplo poder  cotizar que hayan más espacios libres en la manzana tratando de plantear temas que desde la perspectiva legal la integre a ella.

El cuarto brazo sería propiciar que estas iniciativas no sean individuales. la gente va a construir un barrio en algunos caos mejor organizado. por qué no retomar esas maneras de asociarse para poder propiciar a mejor escala créditos, asistencia técnica e innovar la idea de este mercado en espacios públicos mejores. Lo que necesitamos es dejar determinada fórmula y alguien tiene que arbitrar este proceso, alguien tiene que dirigir.

Por su parte, el arquitecto Shariff Kahatt afirma: 

El espacio urbano está completamente abandonado y la gente se centra en otorgar una vivienda como si eso fuera todo el problema cuando lo que más se está pensando es un problema de ciudad, de socialización y urbanidad. se están creando casi ghetos en los cuales el espacio público no propicia la colectividad, no propicia el estado cívico. y peor aún son excluyentes al crear barrios cerrados con muros, porteros y seguridad que no permite el acceso y la comunidad urbana  probablemente eso sea una bomba de tiempo que esperamos que las autoridades puedan  reaccionar y no sigan permitiendo que la ciudad se siga fragmentando.

Salta la transición de las escalas de forma abrupta. mientras que en la UV3 se ve un gran eje que está donde era la avenida colonial y  hay un parque lineal y lo que se llama un filtro y poco a poco se va  llegando a un espacio colectivo o en el mismo previo que está la carretera y que sin embargo y hay una especie de jardines, un paradero y poco a poco uno va sintiendo que  va traspasando los umbrales y llega al espacio semipúblico y luego al privado.

Ahora en los grandes proyectos se pone una reja o un muro y pasas de una superavenida a un espacio privado con solamente el poder de la reja o el muro. no hay ninguna experiencia espacial mucho menos urbana. Bueno, de hecho el progresivo deslinde del gobierno con el problema de vivienda ha hecho que  el gobierno sea un facilitador de crédito y ya no es un promotor de vivienda ni de ciudad. entonces eso se materializa a través de estas grandes empresas que prácticamente lo que venden son créditos hipotecarios, no venden vivienda y mucho menos construyen identidad. Lo que construyen son unos ghetos aislados con un montón de departamentos que en fondo son créditos a pagar. esta situación se está materializando. 

También hay una retirada de los arquitectos probablemente de esta desilusión de cambiar el mundo es evidente que las situaciones políticas y económicas manejan muy por encima de las decisiones urbanas y arquitectónicas y eso después del último gobierno de Belaúnde en el cual todos los arquitectos tenían un rol y una voluntad política desapreció con el mismo Belaúnde.

A mí lo que me parece esencial es que el gobierno empiece a pesar en la ciudad como un recurso natural que no se puede devastar ni destruir y ver que estos  grandes proyectos de vivienda que por un lado dan vivienda y por otro destruyen la ciudad deberían medirse con un estudio de impacto urbano o impacto social. debería demostrarse que va a ser un nuevo grupo de vivienda  integrado a la ciudad, que va a tener calidad urbana, que va a tener áreas verdes, plazas de reunión, postas médicas y servicios.